Los aspectos claves a considerar a la hora de reformar tu cocina son varios: si es necesario arrancar revestimientos y el suelo, si te sirve el mobiliario que tienes, o vas a desecharlo, la superficie de tu cocina, etc.
Otro aspecto fundamental es decidir la distribución de la cocina. Deberás pensar en la cocina como un lugar de trabajo, donde cada labor debe ser realizada en una zona específica, y el diseño debe estar pensado para darle una mayor funcionalidad. El llamado triángulo de trabajo consiste en conectar las principales zonas de la cocina que son:
- Zona de almacenamiento. Frigorífico
- Zona de preparación y limpieza: Fregadero
- Zona de cocción. vitrocerámica
Si se trata de una cocina pequeña deberás valorar si quieres ampliarla aprovechando alguna habitación contigua, para poder tener una zona office, o para lavadero, o una despensa.
El espacio que tienes, así como la situación de las ventanas y puertas, será lo que va a condicionar la distribución final de tu cocina.
Además, será un excelente momento para revisar las instalaciones de electricidad, gas, agua y desagües de tu cocina.
Tendrás que decidir los puntos de luz para tener una óptima iluminación artificial. También son muy importantes el número de enchufes y dónde colocarlos. Si, por ejemplo, tienes un office, una lámpara de techo centrada en la mesa proporcionará un ambiente acogedor a tu cocina.
Para poder disfrutar de una cocina bien organizada piensa, antes de la reforma, la cantidad y el tamaño de los elementos que vas a almacenar en ella: vajillas, cristalería, menaje, etc. De esta forma podrás optar por los armarios que mejor se adapten a tus necesidades.
En cuanto a revestimiento de paredes y suelos los hay de muchos modelos, formatos y precio. Nuestro consejo siempre es optar por un suelo que tenga dureza y calidad y, además, permita una fácil limpieza.
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